Mira que Sarkozy ha intentado tener un 2011 tranquilo. Ha sido moderado, lleva todo el año (sí, todo el mes) sin insultar a ningún periodista ni a ningún ciudadano. Apariciones públicas las justas. Modosito. Todo un ejercicio de contención, para un presidente con alma de rock-star.
Cierto es que ha montado un buen lío con sus ataques a los jueces. Aunque eso es legítima estrategia electoral de cara a 2012, dicen los analistas.
La ecuación es simple: todo el mundo se queja de la Justicia + demos caña a los magistrados = votos.

Él lo ha intentado, pero al Pequeño Nicolás le crecen los enanos. Nada más remodelar su Gobierno con un equipo presuntamente mucho más profesional, Michèle Alliot Marie se va de vacaciones a Túnez sobrevolando la revuelta, y el primer ministro François Fillon reconoce (obligado porque lo iba a publicar el semanario Le Canard Enchaîné) que estuvo de vacaciones en Egipto con cargo al régimen de Mubarak.
El presidente interviene hoy jueves en ‘Paroles de français’, el equivalente de ‘Tengo una pregunta para usted’ en la cadena privada TF1. La idea es dar un empujoncito a su popularidad, pero los diputados conservadores, los ministros, y sobre todo, los consejeros del Elíseo, contienen la respiración cada vez que Sarkozy está solo frente a las cámaras, no sea que le dé por lanzar un exabrupto.
Con este panorama, es lógico que Jean François Copé, secretario general de la UMP de Sarkozy haya mandado una carta a los militantes para que lancen una ofensiva en internet, posteando comentarios favorables al Gobierno en las páginas de actualidad y en Twitter.
Sobre los viajes de sus señorías, el presidente que prometió una República irreprochable publicó ayer un documento en el que llama a los ministros a ‘privilegiar’ Francia para sus vacaciones. Va a ser gracioso ver a ministros ‘chic’ como Christine Lagarde pasando el verano en las playas atestadas de la Costa Azul.